Última actualización octubre 28, 2019 por Javier Argudo
En el fútbol actual vemos muy normal la existencia de escuelas de fútbol así como complejos deportivos y raro es el club profesional que no posee una Ciudad Deportiva. Hoy recordaremos la que fue la primera escuela de fútbol de España cuyo modelo e idea sirvió de inspiración a otras muchas que hoy en día son un referente.
En el año 1950 comenzó la construcción del que sería principal motor económico de la ciudad de Avilés, de la “villa del Adelantado”, a lo largo de su historia. En 1957 se inaugura la factoría siderúrgica de Ensidesa, un enorme complejo industrial que daría empleo a miles de trabajadores. El primer alto horno fue bautizado como “Carmen” en honor a Carmen Polo, presente en la inauguración y esposa, del entonces jefe del gobierno, Francisco Franco.
Este enorme complejo industrial llegó a contar hasta con 21.000 empleados e hizo que la población de la villa de Avilés pasara de los 21.000 habitantes en 1950 a los 85.000 en 1975, cuadruplicando su población con gente venida desde otros puntos de Asturias y del resto de España, particularmente de Extremadura y Andalucía, para trabajar. Miles de empleos creados, de forma directa, y también indirecta, por la empresa siderúrgica trajeron parejos el crecimiento de los pequeños núcleos que rodeaban a Avilés, naciendo barrios y poblados para acoger a los recién llegados.
Juan Muro de Zaro
Uno de ellos fue Llaranes, situado frente a la “fabricona” de Ensidesa. En Llaranes, un año antes, en 1956, había nacido el Club Deportivo Llaranes, cuyo vicepresidente, el economista y responsable del departamento económico de la sociedad siderúrgica, Juan Muro de Zaro, será el hombre clave en la creación del club de fútbol vinculado a la empresa y del nacimiento de la primera escuela de fútbol de España: La Toba (hoy llamado Complejo Deportivo Hermanos Castro y dependiente del Ayuntamiento de Avilés).
En el año 1965, Muro de Zaro, adquiere unos terrenos para Ensidesa con el fin de crear una escuela de fútbol para los hijos de empleados de la empresa en la que trabaja y para los estudiantes de oficios que cursaban allí sus cursos de aprendices. La sociedad siderúrgica construiría cinco estadios de fútbol para los equipos inferiores, un campo para el primer equipo, Santa Bárbara, cafetería, vestuarios y una sala de tecnificación.
El 22 de mayo de ese año, Juan Muro de Zaro, pasa a ser presidente del Llaranes, disolviendo el club y convirtiéndolo en dependiente de la citada empresa y llevando, por supuesto, su nombre. Nace el Club Deportivo Ensidesa y con él, ese mismo día, se hace oficial la inauguración de la escuela de fútbol que ideó, y que comenzó a funcionar, poco después, ese mismo verano del 65. La empresa pasa a hacerse cargo por completo del equipo y sus conjuntos base y, por supuesto, de la recién creada escuela de fútbol de la que saldrán jugadores internacionales como Quini, Jesús Castro o Alfredo Mejido.
Club Deportivo Ensidesa
El Club Deportivo Ensidesa crea un equipo competitivo a base de ofrecer contratos bajos a los futbolistas, pero acompañados de una oferta laboral de futuro. Así consiguen un efecto llamada en muchos de los futbolistas de las distintas canteras asturianas, que, además, el club combinaba con un convenio firmado con el Real Sporting de Gijón para la cesión de jugadores, mejorando notablemente las prestaciones del conjunto siderúrgico.
Por el equipo pasan grandes futbolistas rojiblancos como José Manuel, Churruca, Vallina, Cundi, Enrique Morán o Joaquín Villa, entre otros. Todos llegarían a jugar en Primera División con el Sporting y algunos, como Churruca, Morán o Cundi, serían internacionales con la selección absoluta española. El Ensidesa alternó, durante los años de su existencia, la Tercera y la Segunda División B, incluso consiguió, en 1975 y con una plantilla formada por grandes futbolistas provenientes de distintos clubes asturianos como Lombardía, Vallina, Atucha o Novo, consiguió, tras derrotar en la promoción al Baracaldo, el ascenso a la categoría de plata del fútbol español, donde disputaría una única temporada.
Un año antes, en 1974, y con el equipo dirigido por Valentín Piquero, se proclamó campeón de España de Fútbol de Empresas, donde solo podían jugar aquellos futbolistas que fueran trabajadores de la misma. El equipo era de tremenda calidad, con nombres de sobra conocidos en el fútbol asturiano de la época, el portero Avelino Buera, o jugadores de campo como el interior Casielles, por ejemplo, marcaban la diferencia.
Lezama y Mareo
El Club Deportivo Ensidesa también tuvo otras secciones de diferentes deportes: hockey hierba o atletismo, por ejemplo. En 1 de julio de 1983, con la empresa en una grave crisis económica, y existiendo ya únicamente la sección de fútbol, el equipo se fusiona con el Real Avilés, dando pie al nacimiento del Real Avilés Industrial, que recuperaría su histórico nombre, perdiendo su apellido de “Industrial” en el año 2010.
Juan Muro de Zaro fue, por tanto, un pionero en el mundo del fútbol, único presidente de la historia del Club Deportivo Ensidesa, y creador de la primera escuela de fútbol de España, en el ya lejano 1965. Priorizó el cuidado de la cantera y la formación de futbolistas desde la base. Más tarde, en 1971, el Athletic Club de Bilbao imitaría su modelo con Lezama y posteriormente, en 1978, el Sporting haría lo propio con Mareo. Hoy, el estadio del barrio de Llaranes, lleva su nombre en su honor, aunque sigue siendo un gran olvidado por parte de la generalidad del fútbol español.