Última actualización marzo 26, 2019 por Javier Argudo
Pocas cosas hay tan sagradas como el hogar de cada uno. En el caso de los clubes de fútbol su particular templo, el sitio donde se reúne la afición cada domingo que su equipo actúa como local, su estadio. Hoy queremos recordar el Estadio de Sarrià antigua casa del RCD Espanyol.
Inaugurado el 18 de febrero de 1923, el estadio de Sarrià albergó gran parte de la historia del Espanyol y se convirtió en mítico para todos sus aficionados que derramaron más de una lágrima cuando fue demolido en 1997. Desde entonces, el club pasó unos años en el estadio Olímpico de Montjuic pero no era lo mismo ni muchísimo menos para pasar después al actual RCDE Stadium situado en Cornellà.
En Sarriá se vivieron momentos únicos tanto para el club blanquiazul como para la selección española. De hecho fue una de las 4 sedes de la segunda fase del Mundial de 1982 celebrado en España y también albergó 5 encuentros en los JJOO de Barcelona en 1992.
Pero por encima de todo era la casa del Espanyol y allí se vivieron partidos y temporadas históricas. Los inicios no fueron fáciles ya que para ayudar a financiar la obra el equipo tuvo que realizar una gira por Sudamérica con el gran Ricardo Zamora como principal estandarte. En Sarrià el conjunto blanquiazul logró la mayor goleada en la historia de los derbis cuando goleó por 6-0 al Barça en la temporada 1950-1951.
EL PRIMER GOL DE LA HISTORIA DE LA LIGA
En el estadio de Sarrià se disputó el primer partido de la historia de la Liga española que finalizó con victoria por 3-2 del conjunto local. El primer gol lo anotó el jugador del Espanyol, Pitus Prats.
Además, en este estadio se disputó el partido de ida de la final de la Copa de la UEFA con victoria local por 3-0 contra el Bayer Leverkusen aunque posteriormente se perdió por idéntico resultado en Alemania y se cayó en penaltis.
Para todos los aficionados pericos siempre será su casa y se le tendrá un cariño especial por el gran ambiente de fútbol que se vivía en sus gradas donde el público apretaba mucho y se lograba una atmósfera futbolera como pocas en España. Curiosamente, el último partido que se disputó en Sarriá también finalizó con resultado de 3-2 para los locales en este caso un 21 de junio de 1997 con el Valencia como rival y Ouedec, Pralija y Cobos como últimos goleadores.