Última actualización febrero 27, 2020 por Javier Argudo
Están considerados como dos de los mejores jugadores de la historia del fútbol. Cruyff y Beckenbauer vivieron su mejor época al mismo tiempo y protagonizaron una de las rivalidades más grandes de la historia de este deporte en la década de los 70. No en vano, el primero recibió el Balón de Oro en los años 1971, 1973 y 1974 mientras que el segundo obtuvo este galardón en 1972 y 1976.
El holandés lideró al Ajax que fue capaz de ganar tres veces de forma consecutiva la Copa de Europa en 1971, 1972 y 1973. Por su parte, el alemán cogió su testigo e hizo lo propio con el Bayern de Munich en 1974, 1975 y 1976. Por supuesto, ambos fueron los líderes de sus respectivas selecciones y se vieron las caras en la final de la Copa del Mundo de 1974 disputada en Alemania.
‘LA NARANJA MECÁNICA’ DE JOHAN CRUYFF
Johan Cruyff fue la gran estrella de aquel Mundial. ‘La Naranja Mecánica’ practicó el fútbol más vistoso del campeonato y ‘El Flaco’ era el auténtico crack por méritos propios. Los tulipanes se plantaron en la final ganando 5 partidos y concediendo un único empate contra Suecia con 14 goles a favor y solo uno en contra.
No le andaba muy a la zaga ‘El Kayser’ alemán quien era capaz de llevar a su selección hasta la gran final sin hacer mucho ruido pero con paso firme. Después de pasar como segundo clasificado en la primera liguilla (en la que se produjo el duelo entre Alemania Federal y Alemania Democráctica) los germanos fueron cogiendo velocidad de crucero y consiguieron tres victorias consecutivas contra Yugoslavia, Suecia y Polonia.
CRUYFF VS BECKENBAUER
Por fin, aquel 7 de julio de 1974 se producía el momento más esperado. La Holanda de Cruyff y la Alemania de Beckenbauer se citaron en Munich para decidir quien era el mejor y aunque la selección orange se adelantó en el marcador merced a un gol de penalti de Neskens (cometido sobre Cruyff en el primer minuto de juego y sin que ningún jugador alemán hubiera tocado la pelota), los alemanes lograron remontar y coronarse campeones en casa por un ajustado 2-1.
Años después ambos jugadores coincidieron en algún partido con el New York Cosmos de Estados Unidos y su relación se fue haciendo cada vez más íntima hasta el punto de que, coincidiendo con la muerte de Cruyff, Franz Beckenbauer llegó a afirmar que para él se había ido un hermano. Sin duda, una rivalidad deportiva que los unió para siempre.