Última actualización julio 24, 2023 por colgadosporelfutbol
La maldición de Béla Guttmann es una de esas historias de fútbol que darían para que las investigara el conocido Iker Jiménez.
Hace poco os contábamos la historia de una maldición que pesó durante muchos años sobre la Real Sociedad que finalmente pudo ser rota con el título copero que el club txuri urdin logró en 1987 en Zaragoza. Hoy vamos a centrarnos en otra de esas maldiciones futboleras que en este caso todavía sigue vigente y tiene como protagonista al Benfica.
La maldición de Béla Guttmann
El club portugués tuvo su etapa dorada en los inicios de la década de los 60 cuando logró de la mano de su entrenador Béla Guttmann y su estrella Eusebio ganar dos Copas de Europa de forma consecutiva en 1961 y 1962 (ante el Real Madrid y el FC Barcelona respectivamente). Fue precisamente al finalizar esa temporada 1961-1962 cuando el técnico húngaro pidió un aumento de sueldo que el club rechazó por lo que abandonó su cargo echando una maldición: «Este equipo jamás volverá a ganar una Copa de Europa».
La frase sonó como una pataleta dicha en caliente pero lo cierto es que desde entonces, por unos motivos u otros, el club lisboeta no ha vuelto a conseguir levantar el máximo trofeo continental y no ha sido por falta de oportunidades.
La maldición se ha cumplido totalmente y el Benfica ha perdido todas sus finales europeas
Tan solo un año después de la salida de Béla Guttmann, el club luso volvió a disputar la final pero cayó derrotado ante el Milan. No tendrían que esperar mucho para tener dos nuevas oportunidades ya que tanto en 1965 como en 1968 volvieron a alcanzar la final del torneo pero volvieron a perder contra el Inter de Milan y el Manchester United (la primera del conjunto inglés) respectivamente.
Tuvieron que pasar más de 20 años para volver a ver al Benfica en una final de Copa de Europa. Concretamente fueron dos veces más, en la temporada 1987-1988 y 1989-1990. En ambas cayó derrotado contra PSV Eindhoven e Inter de Milan respectivamente.
Pero la maldición en las finales europeas no se ha limitado únicamente a la Copa de Europa (actual Champions League) sino también a la Copa de la UEFA. El club portugués ha disputado hasta la fecha tres finales de esta competición y ha perdido las tres. En 1983 su verdugo fue el Anderlecht, en 2013 el Chelsea y en 2014 el Sevilla.