Última actualización noviembre 4, 2019 por Javier Argudo
Rommel Fernández fue un delantero al que la tragedia le sobrevino, posiblemente, en el mejor momento de su carrera. El atacante natural de El Chorrillo (Panamá), falleció en un accidente de tráfico a los 27 años de edad cuando militaba en las filas del Albacete Balompié, por aquel entonces en Primera División.
‘El Panzer’, como fue apodado debido a su gran corpulencia y fuerza física, no lo tuvo fácil para llegar a la élite del fútbol español. ‘El Tigre’ Barrios, un ex delantero del Barça y del Tenerife en los años 70, lo encontró cuando Rommel jugaba el Mundialito de la Inmigración, en la isla canaria. Pronto se convirtió en un ídolo para la afición tinerfeña, no en vano, logró 48 goles en Liga y logró el ascenso a Primera División en 1989.
Su buen papel en la isla le valió para dar el salto al Valencia CF que pagó por él 300 millones de las antiguas pesetas. En Mestalla no cuajó ya que tenía una dura competencia como Lubo Penev sin ir más lejos por lo que fue cedido al Albacete. En el conjunto manchego estaba siendo uno de los mejores anotando 7 goles en 18 partidos. Fue entonces cuando ocurrió la tragedia. El 6 de mayo de 1993 su Toyota Celica se estrelló contra un árbol y Rommel perdió la vida.
En Albacete se creó la peña Curva Rommel, cuyos miembros se encargan de llevar flores al lugar del accidente cada año. En el Heliodoro Rodríguez López, estadio del CD Tenerife, hay una puerta con una gran foto del jugador y su lápida está decorada con un estadio de fútbol con el escudo de los tres clubes en los que militó (Tenerife, Albacete y Valencia).
ROMMEL FERNÁNDEZ Y DELY VALDÉS
Rommel Fernández significó mucho para el crecimiento del fútbol panameño. En un país donde no era habitual que salieran grandes jugadores, ‘El Panzer’ se encargó de romper esa tendencia. Después de él, llegaron otros como Dely Valdés, que seguramente fue el mejor futbolista del país en toda la historia y que siempre ha tenido un recuerdo y un reconocimiento para su predecesor, como no podía ser de otra forma.