Última actualización abril 6, 2022 por colgadosporelfutbol
José María Ruiz Mateos fue uno de esos presidentes tan peculiares que proliferaron en el fútbol español en los años 80 y 90.
Ruiz Mateos compró el Rayo Vallecano en el año 1991. Unos años antes, en 1983, el gobierno de España le había expropiado por decreto-ley, la empresa Rumasa alegando una serie de impagos millonarios a Hacienda además de la situación de quiebra virtual de su entramado de empresas.
Toda esta situación provocó que el presidente rayista iniciara una cruzada contra Miguel Boyer, que por aquel entonces era Ministro de Economía y Hacienda. Sus apariciones mediáticas disfrazado de Superman pasaron a la historia y, todavía hoy, son recordadas por los que, por aquel entonces, comenzábamos a conocer el fútbol.
Sin embargo, por muchos problemas y trabas que encontró en su camino, la familia Ruiz Mateos se las ingenió para lograr buenos resultados deportivos durante su mandato en el club de Vallecas. En 1992 logró el ascenso a Primera División e incluso, llegó a clasificarse para jugar, por primera vez en su historia, la Copa de la UEFA en el año 2000.
En aquella época era conocida la habilidad de Manuel Ruiz de Lopera, otro presidente peculiar, para conseguir financiación para acometer fichajes de renombre. Sin ir más lejos, Denilson llegó a la entidad verdiblanca previo pago de 5.000 millones de las antiguas pesetas.
El Rayo, mucho más humilde, también incorporó a sus filas ‘cracks’ como Hugo Sánchez que completó una buena temporada con la franja en la temporada 1993-1994 anotando 16 goles en 29 partidos.
La extravagancia de Ruiz Mateos alcanzó límites insospechados. Su mujer, Teresa Rivero, se convirtió en la primera presidenta de Primera División. De hecho, el estadio del club llegó a llevar su nombre durante algunos años hasta que, finalmente, con el cambio de dueño y la presión de la afición, regresó el nombre de Vallecas.
No cabe duda de que algunas cosas han cambiado para bien en muchos aspectos. Sin embargo, todos los que conocimos el fútbol a finales de los 80 y principios de los 90 recordamos con gran cariño a todos aquellos personajes. Sin duda, Ruiz Mateos forma parte de una época en la que el fútbol y sus presidentes eran muy distintos.
En general, la historia del fútbol es tan impresionante como sus partidos. Por eso, cuando se trata de los campeonatos, las ligas y los partidos clásicos, no hay nada mejor que verlos en vivo desde las gradas. Desde luego que es una sensación inigualable, ya que la energía que se siente queda en el corazón de los fanáticos de por vida. Y si vivir esta experiencia resulta un poco complicado debido al presupuesto, siempre se pueden intentar métodos de financiación de fácil acceso como los créditos rápidos, ya que estos pueden ayudar de manera eficiente a financiar los boletos de un partido histórico. Esta es una experiencia que, en definitiva, todos deberían vivir al menos una vez en sus vidas.