Última actualización septiembre 3, 2020 por Javier Argudo
Para muchos de los que nacimos en los 80, el Mundial de Estados Unidos en 1994 fue, posiblemente, el que más nos impactó. En aquel campeonato, España tuvo una buena participación aunque, como solía ser habitual, cayó eliminada en cuartos de final. Sin embargo, hoy nos centraremos en el gol de Goikoetxea, en un partido de la primera fase.
El debut de España no fue el esperado. El conjunto dirigido por Javier Clemente empató a dos goles contra Corea del Sur. Los aficionados al fútbol tuvimos que levantarnos de madrugada para poder seguir un choque que parecía encarrilado pero se torció en los últimos cinco minutos. Julio Salinas y precisamente Goikoetxea pusieron el 2-0 en el electrónico, un resultado muy meritorio teniendo en cuenta que España jugó con uno menos desde el minuto 26 por expulsión de Nadal.
El empate de los coreanos dejó algo frío al equipo que tuvo que afrontar el segundo partido con bastante presión. El rival era, nada más y nada menos, que Alemania, vigente campeón. Bien pronto, en el minuto 14 de partido, llegó el gol de Goikoetxea que sorprendió a todos los que estábamos pegados al televisor. El extremo vasco recibió un balón en banda derecha y su centro se envenenó de tal forma que, después de pegar en el poste de la portería defendida por Bodo Illgner, se colaba en la red alemana.
Pero España estaba destinada a sufrir en ese Mundial y, aunque el partido del equipo fue notable, la victoria volvió a escaparse. Jurgen Klinsmann logró el empate en la segunda parte y, nuevamente, los españoles tuvieron que conformarse con un empate.
A partir de ahí, con toda la presión del mundo, España comenzó a desplegar su mejor fútbol y a acumular victorias. Primero contra Bolivia (3-1), que sirvió para que el equipo de Javier Clemente clasificara para octavos. Después contra Suiza, con un contundente 3-0, que sirvió para alcanzar los malditos cuartos. Ahí llegó el fatídico enfrentamiento contra Italia, en el encuentro del error de Julio Salinas, el codazo a Luis Enrique, el del gol de Roberto Baggio que mandaba a los españoles, una vez más, para casa.
Aunque aquel gol de Goikoetxea contra los alemanes no sirvió para ganar el título, cierto es que todos los aficionados españoles lo recordamos con cariño. Los Caminero, Luis Enrique, Julen Guerrero, Fernando Hierro… nos hicieron soñar y, a su vez, nos hicieron sufrir una de las decepciones más grandes, sobre todo los que por aquel entonces aún éramos muy jóvenes.