Última actualización junio 13, 2020 por Javier Argudo
El Brasil de Pelé llegó a la cita mundialista de 1966 como el gran favorito para alzarse con un nuevo título de campeón. No en vano, la canarinha venía de ganar dos Mundiales de forma consecutiva, primero en Suecia en 1958 y después en Chile en 1962.
Aquel equipo contaba con los dos mejores jugadores del planeta por aquel entonces: Pelé y Garrincha. Los datos hablan por sí solos. Con estos dos futbolistas jugando juntos, Brasil jamás cayó derrotado. Como es lógico, sus rivales eran conscientes de ello y tuvieron muy claro desde el principio cómo debían pararlos.
El Mundial de 1966 era la gran oportunidad para Inglaterra de lograr un título que ansiaba desde hacía mucho tiempo. Los inventores del fútbol habían ‘pasado’ en un principio de este tipo de campeonatos ya que consideraban que no tenía sentido disputar torneos contra otras selecciones ya que ellos, como inventores de este deporte, estaban muy por encima del resto. Obviamente, se equivocaban.
Uno de los ejemplos de esta soberbia desmesurada fue el partido que enfrentó a Inglaterra contra Hungría en 1953 en un encuentro que pasó a la historia como ‘el partido del siglo’. Los húngaros con Puskas, Kocsis y un largo etcétera humillaron a los ingleses en Wembley. El marcador final fue de 3-6 y significó un antes y un después para la selección británica.
Ahora, el Brasil de Pelé era el gran obstáculo para la selección anfitriona. Desde un principio se pudo observar que la verdeamarela iba a tenerlo todo en contra y que tendría que sufrir mucho para ir pasando rondas en aquel mundial. Ya en el primer partido, a pesar de la victoria por 2-0 contra Bulgaria con goles de Pelé y Garrincha, los brasileños sufrieron un sinfín de patadas por parte de sus rivales ante la permisibilidad del colegiado del encuentro.
Hay que decir, además, que el grupo en el que había quedado encuadrado Brasil fue bautizado como ‘el grupo de la muerte’ junto a la ya citada Bulgaria, Hungría y Portugal, que contaba con el gran Eusebio. Vicente Feola, seleccionador brasileño, decidió proteger a Pelé y no alinearlo en el segundo partido contra los húngaros. La canarinha fue derrotada por 3-1.
PELÉ LESIONADO
El partido contra Portugal se convirtió en un encuentro a vida o muerte. Si Brasil perdía quedaba eliminada. Y así fue. De nuevo Pelé sufrió todo tipo de entradas violentas y terminó lesionado. La imagen de ‘O rei’ totalmente cojo sobre el terreno de juego todavía están en la retina de los aficionados al fútbol. Los portugueses, con dos goles de Eusebio, ganaron el partido y dejaron fuera al Brasil de Pelé.
Aquella edición de 1966 estaba ‘peligrosamente preparada’ para quedarse en casa, como así fue. Los ingleses vencieron en la final a Alemania, merced a un gol fantasma más que polémico que todavía hoy sigue sin estar claro al 100% si entró o no. Es el único título de la Copa del Mundo que Inglaterra tiene en su palmarés.
Brasil tuvo que reinventarse y para la edición de 1970 formó la que para muchos es la mejor selección de la historia. Un veterano Pelé guió a la verdeamarela hacia un nuevo título (el tercero de los últimos cuatro) pasando a ser el único capaz de levantar 3 campeonatos mundiales, un récord que todavía hoy sigue vigente.