Última actualización marzo 13, 2020 por Javier Argudo
El Levante UD siempre ha sido un club humilde. No en vano, hasta el siglo XXI, su presencia en Primera División se limitaba a dos temporadas en los años 60. Sin embargo, a lo largo de su historia, el club granota se las ha ingeniado para realizar varios fichajes mediáticos que supusieron un auténtico bombazo en su momento. Hoy hablaremos de uno de ellos: el fichaje de Cruyff por el cuadro de Orriols.
Johan Cruyff no necesita presentación. El que fuera mejor futbolista del mundo en la década de los 70 estaba en el ocaso de su carrera y los rumores de un regreso a España iban creciendo. El RCD Español era uno de los que sonaba con más fuerza como posible destino del holandés, en una jugada parecida a la que el club perico realizó con Kubala o Di Stéfano en su día, así como del Sevilla y del Real Betis.
Sin embargo, uno de los equipos que apareció en escena fue el Levante UD, por aquel entonces en Segunda División. Era la temporada 1980-1981 y el cuadro granota afrontaba con mucha ilusión un posible regreso a la máxima categoría. No en vano, los pupilos dirigidos por Pachín ocupaban la segunda posición (subían los tres primeros).
Me apuesto los calzoncillos a que Cruyff no ficha por el Levante»
La noticia corrió como la pólvora hasta el punto de que en la rueda de prensa previa a un FC Barcelona-Hércules, el técnico culé, Helenio Herrera, fue cuestionado por la posibilidad de que el fichaje de Cruyff por el Levante pudiera concretarse: «Me apuesto mis calzoncillos con ustedes a que Cruyff no ficha por el Levante». Una apuesta atrevida, no cabe duda.
Paco Aznar, presidente granota por aquel entonces, logró convencer a Cor Coster (suegro de Cruyff), después de reunirse con él en Amsterdam. La bomba estaba a punto de explotar. ‘El Flaco’ sería la nueva mega estrella del Levante como lo fueron en su día Faas Wilkes, del que ya hablamos en este otro artículo, el chileno Caszely o el propio Pedja Mijatovic años después.
El fichaje de Cruyff, como no podía ser de otra forma, fue la gran noticia deportiva a nivel mundial. El planeta fútbol ubicaba en el mapa al Levante UD cuyos dirigentes se frotaban las manos haciendo la cuenta de la lechera: taquillazos, venta de abonos, ascenso a Primera División… por desgracia, la realidad fue bien distinta. El holandés completó un total de 10 partidos con la zamarra azulgrana y anotó dos goles (ambos en un partido que finalizó con empate 2-2 contra el Real Oviedo).
EL DEBUT DE CRUYFF CON EL LEVANTE UD
En efecto, el actual Ciutat de València (por aquel entonces Nou Estadi) registró un lleno casi absoluto en el debut de Johan contra el Palencia. Un estreno que tuvo que esperar ya que antes de tramitar su ficha el conjunto granota tuvo que ponerse al día con las nóminas atrasadas de otros futbolistas de la plantilla. El Levante logró una victoria por la mínima (1-0) y el astro holandés dejó cuatro ‘detallitos’ y poco más. A partir de ahí, comenzaron una serie de rumores y leyendas urbanas que todavía hoy siguen sin estar confirmadas al 100%.
Unos dicen que el fichaje de Cruyff le costó al club valenciano un total de 18 millones, otros que cobraba la mitad de la taquilla en ‘negro’ y que se llevaba ese dinero envuelto en papel de periódico. Incluso parece que esto era exigido por el futbolista al equipo rival como requisito para jugar los partidos fuera de casa. Sea como fuere, lo cierto es que la llegada de Johan al Levante supuso un fracaso tanto económico (la siguiente temporada el club descendería a Tercera por impagos) como deportivo (la temporada finalizó sin ascenso y con un decepcionante noveno puesto).
LA CAMISETA SIN ESCUDO NI MARCA DEPORTIVA
En cualquier caso, incluso después de todo aquello, los granotas todavía pueden decir con orgullo que Johan Cruyff, uno de los mejores futbolistas de la historia, vistió la elástica del Levante. Una zamarra, por cierto, que de forma incomprensible (demostrando una vez más el caos que era el club en aquella época) no lucía el escudo del club. Este detalle que puede parecer sin importancia, provoca que todas las fotos de Cruyff con la azulgrana del Levante puedan confundirse con la del Barcelona. Después de tantos años, nadie en el club ha sabido explicar el motivo de este gran error.
En favor de Johan debemos decir que, al parecer, nada tuvo que ver en este despiste imperdonable. La marca deportiva que vestía al equipo por aquel entonces (Ressy) ya había realizado las camisetas sin escudo un par de temporadas antes aunque sí aparecía su logo. Lo más curioso del asunto es que según parece la propia firma había colaborado económicamente para que el fichaje de la estrella holandesa se concretara, lo cual hace más incomprensible todavía que la temporada 1980-1981 el equipo jugara con camiseta totalmente lisa sin escudo y sin logo, al contrario que en años anteriores.
Aunque muchos dicen que Cruyff estaba acabado cuando firmó por el cuadro de Orriols, lo cierto es que después de su última aventura en España aún tuvo tiempo de demostrar que tenía cuerda para rato. El holandés regresó al Ajax donde fue capaz de ganar dos ligas de forma consecutiva. Pero la cosa no acaba ahí. Después de no recibir oferta para renovar, muy dolido, se marchó al Feyernoord donde, contra todo pronóstico, también fue campeón por delante, precisamente, del equipo de Amsterdam. Al finalizar la temporada 1983-1984 colgó las botas por la puerta grande.