Última actualización noviembre 20, 2024 por Alberto Llopis
El 8 de diciembre de 1996 se jugaba en San Mamés un clásico de la Liga española que enfrentaba al Athletic Club de Bilbao contra el Atlético de Madrid. El encuentro finalizaría con empate a uno con goles de Milinko Pantic para los colchoneros y de Etxeberría para los leones. Pero lo que realmente se recuerda de aquel día es el pisotón de Simeone a Guerrero.
El pisotón de Simeone a Julen Guerrero en San Mamés quedó marcado para siempre
Un pase largo hacia el capitán de los leones, estrella de aquel Athletic, se perdía por línea de fondo pero Julen se lanzó para tratar de evitarlo ante un Simeone que se interpuso para dejar salir el cuero.
En ese momento, el argentino pisó de forma presuntamente intencionada al ‘8’ del Athletic. Las imágenes captadas por las cámaras fueron primera página de los principales periódicos y televisiones al día siguiente. El agujero en el muslo derecho que le produjo el pisotón de Simeone al jugador local, al que tuvieron que darle tres puntos de sutura, marcó de alguna manera la carrera deportiva del jugador argentino.
Se armó un gran revuelo. El presidente del Athletic, Jose María Arrate, no dudó en acusar al jugador argentino de haber obrado de forma intencionada. El club, con el permiso de Julen Guerrero, denunció la acción y el Comité de Competición tuvo que actuar de oficio ya que el colegiado del encuentro, Barrenechea Montero, no vio la acción. Simeone fue castigado con tres partidos de suspensión.
El pisotón de Couto a Simeone
Curiosamente, esa misma temporada, el argentino sufrió en sus carnes una jugada parecida en un partido que enfrentó al Barcelona y al Atlético. En esta ocasión fue el portugués Fernando Couto el que pisó al jugador argentino que también necesitó de las asistencias médicas aunque al final del partido declaró: «lo que pasa en el campo, se queda en el campo».
La liga terminó con ambos equipos clasificados para la Copa de la UEFA ya que Atlético y Athletic finalizaron quinto y sexto respectivamente. Simeone y Guerrero, con aquella jugada, agudizaron una rivalidad entre ambos clubes ya de por sí grande desde hace muchos años que todavía hoy perdura debido a la grandeza de ambas entidades y los muchos años que han convivido en Primera División y, normalmente, compitiendo por los mismos objetivos en la parte alta de la clasificación.
