Última actualización enero 2, 2020 por Javier Argudo
Leo Beenhakker es uno de los grandes técnicos que ha dado el fútbol holandés. Con Rinus Michels como referente, sus mayores éxitos los obtuvo en los banquillos de Ajax y Real Madrid. Precisamente hoy rescatamos una más que curiosa historia que le ocurrió en su primera etapa ‘ajacied’. No tiene desperdicio.
El 30 de noviembre de 1980 el Ajax recibía al Twente en un partido correspondiente a la jornada 14. Los locales eran el vigente campeón de la Eredivisie pero no andaban muy finos en aquel momento y existían algunas dudas en torno al entrenador, Leo Beenhakker. El encuentro comenzó bien con un gol de tiro libre que adelantaba al conjunto de la franja roja al poco de comenzar.
Sin embargo, las cosas comenzaron a torcerse y los visitantes consiguieron 3 goles en apenas 6 minutos. Con 1-3 en el marcador la cosa pintaba muy mal. Fue entonces cuando un espectador de lujo que estaba sentado en la grada del estadio hizo acto de presencia. Johan Cruyff, que estaba en la recta final de su aventura en Estados Unidos formando parte de los Washington Diplomats, no se lo pensó ni un minuto y bajó al banquillo del Ajax. Lógicamente, Leo Beenhakker y el resto de los asistentes no daban crédito a lo que estaba sucediendo.
LEO BEENHAKKER Y JOHAN CRUYFF
El mítico futbolista holandés comenzó a dar instrucciones a los jugadores locales al tiempo que el público enloquecía con ello. El ambiente en el estadio cambió de forma radical y rápidamente llegó el 2-3 al filo del descanso. El olor a remontada era cada vez más fuerte algo que fue corroborado en la segunda parte con la llegada del empate en el minuto 72.
Johan Cruyff se permitió el lujo de cambiar a varios futbolistas de posición. Así, pronto llegó el 4-3 (merced a un regalo del portero de Twente) y el definitivo 5-3. Los espectadores gritaban de júbilo en las gradas. Los futbolistas de uno y otro equipo no parecían los mismos desde que Leo Beenhakker había sido relegado a un segundo plano por la estrella de ‘La Naranja Mecánica’.
Su presencia en el banquillo no ha sido ningún problema»
Lógicamente, al finalizar el encuentro, el técnico del Ajax fue preguntado por la prensa sobre el asunto ocurrido minutos antes con Cruyff y su participación en el partido. En un primer momento, Beenhakker trató de restarle importancia y fue de lo más cortés: «Hemos hablado conjuntamente para intentar remontar el encuentro. Su presencia en el banquillo no ha sido ningún problema».
Sin embargo, este discurso políticamente correcto cambió sustancialmente años después: «Aún siento no haberle pegado un puñetazo en aquel momento delante de las cámaras de televisión». Como es lógico, aquel día Johan Cruyff dejó en evidencia al entrenador que ocupaba el cargo y su figura quedó bastante dañada aunque pudo completar una carrera exitosa como decíamos al inicio del artículo.
https://www.youtube.com/watch?v=hJcVxuCVczM&t=11s
Johan ya dejó patente en su etapa como futbolista que iba a ser un tremendo entrenador, como así fue. Después de aquello aún tuvo tiempo de regresar a España y vestir la camiseta del Levante además de jugar en el propio Ajax (conel que ganó dos ligas) y otra temporada en el Feyernoord con el que logró el doblete (Liga y Copa) retirándose por la puerta grande.
Por su parte, Beenhakker dejó el Ajax en 1981 para firmar por el Real Zaragoza en el que permaneció durante 3 temporadas y media. El conjunto de La Romareda, aunque no logró ningún título en ese periodo de tiempo, se caracterizó por practicar un fútbol vistoso y atractivo, fiel al estilo de técnico neerlandés. En el Real Madrid, al que entrenó durante 4 temporadas, consiguió 3 Ligas, 1 Copa y 1 Supercopa. Su gran espina fue una de las Ligas perdidas en Tenerife con él en el banquillo.