Última actualización diciembre 13, 2019 por Javier Argudo
Los niños futboleros vimos marcada nuestra infancia con algunas cosas que jamás podremos olvidar. El PC Fútbol, la revista Don Balón, los partidos con los amigos en la calle y, por supuesto, los cromos de fútbol.
Hoy haremos un repaso (muy personal) de los recuerdos de aquellas míticas colecciones que nos apasionaban (y siguen apasionando) y esas aventuras que teníamos que correr para conseguir los cromos más difíciles de conseguir.
En aquella época, al igual que en la actualidad, habían varias formas de ir completando una colección. La ‘fácil’ era ir al kiosco a comprar aquellos sobres que solían incluir 6 cromos en su interior al precio de 25 pesetas a finales de los 80 y principios de los 90.
Sin embargo, no siempre teníamos acceso al dinero necesario para ir haciendo crecer el ‘taco’ de cromos ya que por mucho que mendigáramos a nuestros padres, abuelos, tíos… el grifo solía cortarse.
De esta manera comenzaba el intercambio con los compañeros de clase o los amigos en la calle. Poco a poco uno iba dándose cuenta de aquellos cromos que salían más y los que salían menos por lo que el valor de unos era muy superior al de otros a la hora de realizar los cambios.
FREDDY RINCÓN (REAL MADRID)
«¡Cambia los que tengas ‘repes’!» Solían aconsejarnos nuestros padres en un afán de que no fuéramos estafados por algún listo. Por supuesto, también existía la posibilidad de conseguir nuevos cromos apostando tanto en juegos de cartas o retando a un adversario a ‘pantalón’ o ‘camiseta’.
En mi recuerdo y experiencia personal hay varios cromos especialmente difíciles y que me costaron bastante de conseguir para completar las colecciones. Como muchos recordaréis, en los años 90 no existían los programas informáticos de hoy en día y los ‘experimentos’ y chapuzas para lanzar el cromo de un fichaje recién llegado era para alucinar como podéis ver en este otro artículo.
En las colecciones teníamos los cromos normales, los fichajes, los colocas, los fichajes ‘bis’ (estos solían ser más complicados y se cotizaban bastante). Además, existían varios cromos de un mismo futbolista recién llegado, el ‘trucado’ y el auténtico y un buen coleccionista quería tener los dos.
ATILA KASAC (LOGROÑÉS)
PEIXE (SEVILLA FC)
A través de este artículo os invitamos a colaborar con nosotros para elaborar una lista de los cromos más difíciles de nuestra infancia.