Temporada 1994-1995: La Última del Fútbol de Antes

Temporada 1994-1995: La Última del Fútbol de Antes
Laudrup y Guardiola en un 'Clásico' de la temporada 1994-95. FOTO: As

La temporada 1994-95 de la Primera división española de fútbol dejó para el recuerdo muchas cosas del fútbol de antaño. Esta temporada, que fue la 64ª edición del campeonato, comenzó el 3 de septiembre de 1994 y acabó el 18 de junio de 1995. Una campaña para el recuerdo que se terminaría bautizando como la última del fútbol de antes.

Las últimas cosas que vimos en la temporada 1994-95

Fin del 1 al 11

La temporada del 1994-95 es recordada por muchos por ser la última con los dorsales del 1 al 11 en Primera y Segunda División española. Hasta el momento, los dorsales o números de camiseta se usaban en fútbol para identificar y distinguir a los jugadores en el campo. Los números del 1 al 11 servían originalmente para indicar las posiciones en el terreno de juego, y eran asignados a cada futbolista por dicha posición.

Sin embargo, esto cambiaría, haciendo que en la Liga española y Segunda División, los jugadores del primer equipo (máximo 22 jugadores al principio y ampliado luego a 25, incluyendo un máximo de tres porteros) comenzasen a usar, como ahora es habitual, un número entre 1 y 25 y permanecer con él durante toda la temporada.

Por otra parte, los guardametas comenzaron a portar ya sea el 1, el 13 o el 25 y en estas competiciones profesionales (primera y segunda división), cuando se utilizaba a un jugador inscrito en un equipo filial, debía llevar el mismo dorsal durante toda la temporada, y este sería un número comprendido entre 23 y 99 en la siguiente temporada y a partir del 26 en las siguientes.

La última liga de dos puntos

En octubre de 1994, la FIFA obliga a todas las ligas a conceder tres puntos por victoria. Todas las ligas profesionales de fútbol comenzarían a contabilizar tres puntos por victoria a partir de la próxima temporada, según decidió en Nueva York el Comité Ejecutivo de la FIFA. Hasta aquel momento, la inglesa, y desde los inicios de 1994 la italiana, eran las únicas ligas que concedían tres puntos por una victoria, ya fuese como local o visitante. Una medida introducida en Inglaterra para fomentar el juego ofensivo que pasó a ser obligatoria en todas las ligas profesionales en la temporada 1994-1995.

El anuncio de la FIFA contaba con numerosos detractores en un principio, entre ellos Alemania, en donde Jupp Heynckes, técnico del Eintracht por aquel momento, afirmó: «Prefiero el viejo sistema, los partidos no se ganan mejor con la regla de los tres puntos».

La medida pretendía favorecer el juego ofensivo, al castigar a los equipos especuladores que buscasen el empate inicial, pero, Indudablemente para muchos cuando un equipo marcase un gol se volvería conservador para mantener sus tres puntos en vez de buscar un resultado más amplio.

Amavisca y Zamorano reyes de la Liga 94/95

Además de por los cambios en el reglamento, esta campaña pasó a la historia con nombres y apellidos, los de Jose Emilio Amavisca e Iván Zamorano. Ambos fueron los mejores jugadores del Real Madrid, un Madrid que se convirtió en campeón de la temporada 1994/1995 gracias a ellos.

Ambos demostraron que muchas veces no hay que rendirse ante las adversidades y es que pocos o nadie, confiaba en ellos en el verano de 1994, en el que el equipo blanco comenzaba una nueva pretemporada de la mano de Jorge Valdano. El técnico argentino se enfrentaba a un gran reto tras recoger un equipo que venía de una temporada 93-94 más que decepcionante.

En su llegada a Madrid, Zamorano marcaría 26 goles, sin embargo, la siguiente temporada no fue la suya y terminaría la campaña con solo once. Unos números que le valdrían la etiqueta de transferible ante un Rubén Sosa que sonaba como fuerte sustituto. Pero tras la bajada, toda montaña rusa comienza a subir y en 1994 llegaría un looping. Aquella campaña, el chileno se convertiría en el máximo goleador de la Liga de ese año con 28 goles, muchos de ellos asistidos por su socio y amigo Amavisca.

Un Amavisca que llegó del Real Valladolid en un traspaso que parecía más bien anecdótico en donde su habilidad como extremo zurdo y facilidad para desbordar con una técnica muy buena para asistir desde la banda a sus compañeros pasaba desapercibida.

Dos jugadores que de primeras parecían prescindibles y fuera del 11 inicial, pero que encajaron como un puzzle gracias a esfuerzo, trabajo y sobre todo talento. Una cosecha que obtuvo sus frutos en el partido en el que el Real Madrid se proclamó campeón de la liga ante el Deportivo de la Coruña, el Superdepor, al que ganó 2-1 gracias a los goles de Amavisca y Zamorano. Una victoria que más allá de la liga, terminó por otorgarles el premio a mejor jugador extranjero de la liga a Iván Zamorano y a José Emilio Amavisca el premio a mejor jugador nacional. La dupla perfecta.

La Liga del debut de Raúl en el Madrid

Ese año, sin duda, se tiñó de blanco. Los merengues además de llevarse la liga, un torneo que llevaba resistiéndose 6 años, asistían al debut de Raúl. El Madrid aún no lo sabía, pero aquel 29 de octubre de 1994 se convertiría en una de esas fechas que el madridismo recordará con especial cariño, porque es el día en el que debutó Raúl, historia viva del club.

Un jugador leyenda que defendió el escudo madridista durante 16 temporadas a pesar de llegar de la cantera del Atlético de Madrid, en las que conquistó 3 Copas de Europa, 2 Intercontinentales, 1 Supercopa de Europa, 6 Ligas y 4 Supercopas de España y que además de ostentar el récord de partidos con el Real Madrid (741) y ser el segundo máximo goleador de su historia, con 323 tantos, se pudo alzar en su primer año con la camiseta blanca el trofeo de campeón de liga. Un título que los de la capital no alcanzaban desde hacía cinco años, rompiendo así la racha triunfal del F. C. Barcelona. Un Barcelona que pasaba por sus peores momentos.

El fin del ciclo del Dream Team

Entre 1988 y 1994, el FC Barcelona vivió su primera gran etapa ganadora. La llegada de Johan Cruyff sentó las bases de una filosofía nueva en la que el fútbol ofensivo y el espectáculo primaban. Sin embargo, pese a ganar al mando del Barça 11 títulos, 4 campeonatos de Liga 1 Recopa 1 Supercopa de Europa 1 Copa del Rey 3 Supercopas de España y la ansiada Copa de Europa. la de 1994-95 no fue la suya.

Temporada 1994-95
Koeman, Lopetegui y Sergi en aquel Barça 1994-95. FOTO: ZOLTAN CZIBOR/ SPORT

Una temporada que terminaría por convertirse en la peor de la era Cruyff, acabando cuartos a 9 puntos del Madrid en liga. En Champions no sería mucho mejor, y llegaría únicamente hasta cuartos de final. Era el primer año de la era Cruyff que acaba sin ningún título importante, una mala racha que se prolongaría el curso siguiente con la marcha de pilares como Koeman, Stoichkov y Beguiristain. Antes se había ido Laudrup otro de los pilares y que fue clave precisamente en el Real Madrid 1994-95.

Un broche final amargo para el Dream Team que fue recordado por su manera de jugar al fútbol, de cambiar la filosofía de un equipo y alumbrar el camino que siguió creciendo en torno a la misma idea: tocar el balón, dominar el juego y divertirse en el verde. Y también el preludio del final del ciclo de Cruyff que llegó un año después, al final de temporada 1995-96.

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