Última actualización febrero 22, 2020 por Javier Argudo
El estadio de La Romareda es la casa de un equipo histórico de nuestro fútbol como es el Real Zaragoza. En este templo del zaragocismo se han vivido grandes noches donde la afición blanquilla ha gozado con su equipo. Sin embargo, también se recuerdan episodios tristes como el que recordamos hoy.
El 25 de febrero de 2006 visitaba el estadio de La Romareda el FC Barcelona. En sus filas, el gran Samuel Eto´o, que estaba en estado de gracia y era una de las principales amenazas para el Real Zaragoza. El atacante camerunés ya había sufrido insultos y cánticos racistas la temporada anterior. Un sector de la grada llegó a lanzar incluso cacahuetes al jugador, algo del todo intolerable.
Samuel Eto´o contestó entonces marcando un gol y en su celebración imitó los movimientos de un mono, en clara alusión a los sonidos que le hacían desde la grada. Sin embargo, un año después, el camerunés se hartó y decidió abandonar el partido. Desde la megafonía del estadio se intentó calmar los ánimos para que los aficionados dejaran de insultar al futbolista pero la cosa, lejos de relajarse, subió de tono.
Ewerthon se solidariza con Eto´o
El árbitro del encuentro, Esquinas Torres, intentó hacer cambiar de opinión al delantero del Barça, pero este, parecía decidido a marcharse del terreno de juego. Fue entonces cuando un jugador rival, el brasileño Ewerthon, intervino de forma decisiva en esta situación. El atacante del Real Zaragoza le dijo al colegiado y al propio Eto´o que si se marchaba del campo, él también lo haría. El gesto, sirvió al camerunés para continuar el partido.
Como es lógico, este hecho marcó la jornada liguera de aquel fin de semana. Al finalizar el partido, los técnicos de ambos equipos (Frank Rijkaard y Víctor Muñoz) condenaron los insultos y cánticos racistas por parte de un sector de la grada de La Romareda.
El árbitro del encuentro reflejó el ‘incidente’ en el acta. De alguna manera, aquello significó un punto de inflexión en la lucha contra el racismo en el fútbol español. El afectado fue mucho más contundente en sus palabras: «El estadio de La Romareda debería estar cerrado por lo menos un año».