Última actualización mayo 9, 2020 por Javier Argudo
El Trinche Carlovich nos dejó el 8 de mayo de 2020. Su figura siempre estuvo envuelta en una mística especial. Son muchos los que lo han catalogado como el mejor futbolista desconocido del mundo.
Nacido un 19 de abril de 1946 en Rosario, El Trinche fue uno de los siete hijos de Mario y Elvira. Sus padres, inmigrantes croatas, viajaron a Argentina en busca de un futuro mejor. De esta forma, Carlovich creció con una pelota en los pies.
Aunque jugó en las categorías inferiores de Rosario Central y llegó, incluso, a debutar con el primer equipo, lo cierto es que no llegó a asentarse. Miguel Ignomiriello, técnico rosarino por aquel entonces, lo acabó descartando, al parecer, por su poca implicación y su carácter indolente.
De esta forma acabó fichando finalmente por el Central Córdoba, un equipo de lo más humilde de la ciudad de Rosario, que vive a la sombra de los dos grandes clubes de la ciudad: Rosario Central y Newell´s Old Boys.
Ahí es donde la leyenda de Carlovich comenzó a hacerse grande y eterna. Se dice que la gente acudía al estadio sólo para verle jugar a él. Son muchas las figuras del fútbol argentino que hablan maravillas de lo que era capaz de hacer en un terreno de juego. José Pekerman, César Luis Menotti, Carlos Griguol, Carlos Aimar… se deshacían en elogios hacia el juego del protagonista de esta historia.
La gran mayoría de ellos, llegaron a decir que Carlovich tenía todo lo que han tenido los grandes del fútbol, pero que su inconstancia le impidió llenar a lo más alto. Menotti llegó a decir: «Le encantaba jugar al fútbol pero no le gustaba ser profesional».
En el programa Informe Robinson dedicado al Trinche Carlovich, el propio jugador habla de su época como jugador contando anécdotas increíbles. En un partido, el árbitro le expulsó después de una pelea con un rival. Cuando abandonaba el terreno de juego, la hinchada rival comenzó a protestar porque querían verle jugar, de esta forma, el colegiado cambió su decisión y le permitió regresar.
También se ha llegado a decir que en una ocasión, Carlovich tuvo el balón en su poder casi 10 minutos sin que nadie pudiera arrebatárselo, lógicamente, al no existir prácticamente documentos gráficos de sus partidos, todas estas historias son imposibles de demostrar.
El gran partido de Carlovich contra Argentina
En 1974 llegó el gran momento en la carrera de Carlovich. La selección absoluta de Argentina estaba preparando una gira preparatoria previa al Mundial de Alemania. De esta forma, se organizó un amistoso entre una selección de futbolistas de Rosario contra la albiceleste. El combinado rosarino estuvo formado por 5 futbolistas de Rosario Central, 5 de Newell’s y, como estrella invitada, El Trinche.
Aquel fue el gran partido de su vida. Todavía hoy se recuerda el baile que recibió Argentina que acabó perdiendo por 3-1. Algunos jugadores que disputaron aquel encuentro afirman que tuvieron que decirle al equipo de Rosario que aflojaran un poco para evitar una humillación mayor. Por encima de todos destacó un futbolista, el número 5 que dirigía al equipo de Rosario como un director de orquesta. Después de aquel partido y de ver la actuación de Argentina en el Mundial de 1974, muchos pensaron que mejor hubiera sido acudir con aquel equipo que les humilló unos meses antes con Carlovich como gran estrella.
Ubaldo Fillol, portero de la selección argentina, llegó a declarar: «… enfrentamos en Rosario a un Combinado de jugadores rosarinos donde se destacaba Carlovich. ¡Que baile nos dieron esa noche, y cómo jugó ese muchacho! Un talento que hoy sería comparable a Redondo o Cambiasso, o antes quizás a la Oveja Telch. Poseía la magia que distingue a estos tres jugadores».
Años después, César Luis Menotti, que siempre fue un gran admirador de Carlovich y estuvo muy atento a su trayectoria, lo llegó a preseleccionar para un partido con la selección Argentina. Era algo insólito que un futbolista que no jugaba en Primera fuera seleccionado. Sin embargo, el futbolista no acudió a la cita, al parecer, estaba pescando.
En 1986, después de una carrera desarrollada principalmente en categorías inferiores del fútbol argentino, El Trinche Carlovich colgaba las botas. Unos años después, concretamente en 1993, Diego Armando Maradona fichó por Newell´s. A su llegada, declaró: «Yo creía que era el mejor, pero desde que llegué a Rosario escuché maravillas de un tal Carlovich, así que ya no sé…».
Nunca sabremos donde hubiera podido llegar Carlovich con sacrificio, constancia y profesionalidad. Lo que está claro es que, los que lo vieron jugar, hablan maravillas y lo convierten en una de las grandes leyendas del fútbol argentino. Para muestra, hemos recogido más declaraciones que lo corroboran:
«Carlovich fue uno de esos pibes de barrio que, desde que nacen, tiene como único juguete la pelota. Era impresionante verlo». César Luis Menotti.
«Es un fenómeno de jugador, pero no le gusta el sacrificio, por eso no triunfó. Jugaba conmigo en Central y prefería irse de caza o de pesca. ¡Qué lástima!. Tenía condiciones técnicas únicas. Al marcarlo, el tipo desaparecía por cualquier lado y con él desaparecía el balón». Carlos Timoteo Griguol.
«Acá en Rosario se han inventado un montón de cosas acerca de mí. Pero no son verdad… A los rosarinos les gusta contar cuentos. Algún caño de ida y vuelta habré hecho, pero no es para tanto.» El Trinche Carlovich.
«Yo siempre jugué igual, con las mismas ganas. A lo mejor ir a Francia o al Cosmos, posibilidades que tuve en su momento, me hubiera cambiado la vida. Para mí, jugar en Central Córdoba fue como jugar en el Real Madrid.» El Trinche Carlovich.
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