Última actualización julio 13, 2020 por Javier Argudo
La temporada 1982-1983 fue histórica para la Real Sociedad. El conjunto txuri urdin vivía una época de esplendor pues se había proclamado campeón de Liga dos años de forma consecutiva. Este hecho le sirvió para disputar la Copa de Europa en la que rozó la final.
En la primera ronda los realistas se impusieron al Vikingur de Islandia por un resultado global de 4-2. Hay que recordar que por aquel entonces se disputaban eliminatorias a ida y vuelta desde el inicio de la competición. Satrustegui y Uralde, ambos por partida doble, fueron los autores de los goles donostiarras.
El siguiente rival fue de más entidad: el histórico Celtic de Glasgow. En Atotxa, la Real Sociedad logró una buena victoria por 2-0, nuevamente con goles de Satrústegui y Uralde. En la vuelta, disputada en Escocia, los locales lograron vencer por 2-1. Otro gol de Uralde era clave para dar el pase a la siguiente ronda.
En cuartos de final tocaba viajar a Portugal para medirse al Sporting CP. Los vascos cayeron derrotados por la mínima (1-0). Tocaba remontar en Atotxa. La Real Sociedad, empujada por su público, venció por 2-0 merced a las dianas de Larrañaga y Jose Mari Bakero. Los realistas estaban en semifinales.
Fue entonces cuando el Hamburgo alemán se cruzó en el camino. En el partido de ida, jugado en San Sebastián el 6 de abril de 1983, el resultado fue de 1-1. Rolf adelantó a los alemanes en el minuto 58 pero los locales consiguieron las tablas por mediación de Gajate en el 73.
Con todo por decidir viajó la Real Sociedad a tierras germanas. Todo estaba en contra pues, además de un resultado desfavorable por el valor doble de los goles anotados en campo contrario, el conjunto txuri urdin contaba con bajas notables: los centrales Gajate y Kontabarria además de Zamora (cerebro del equipo) y Satrústegui, el goleador.
A pesar de todo los donostiarras lucharon de tú a tú contra un rival que era superior físicamente. Al descanso el marcador reflejaba el cero a cero inicial. Fue en aquel momento cuando se produjo un detalle que pudo ser determinante poco después. Uno de los jueces de línea se lesionó y tuvo que ser sustituido.
En la segunda parte llegaron todos los goles. En el minuto 75, Jacobs adelantó al Hamburgo pero la Real Sociedad reaccionó muy pronto y empató con un gol de Diego Álvarez en el 80. Llegó entonces la jugada que decidió el choque. En un córner favorable a los locales, después de varios rechaces, Von Heesen marcó el 2-1 que, a la postre, sería definitivo.
Aunque no existe una toma clara, parece que el jugador alemán mandó el balón al fondo de la portería defendida por Arconada en posición de fuera de juego. El juez de línea sustituto no lo vio así y, de esta forma, la Real Sociedad se quedaba a un paso de disputar la final de la Copa de Europa.
El único consuelo que le quedó a aquella histórica generación de futbolistas es que su rival, el Hamburgo, acabó siendo el campeón de aquella edición.