Última actualización marzo 23, 2024 por colgadosporelfutbol
La historia de la SD Éibar está llena de dificultades y superación. Los inicios no fueron fáciles y la entidad eibartarra sufrió de lo lindo para salir adelante sobre todo después de la Guerra Civil que es cuando se fusionaron el Deportivo Gallo y la UD Eibarresa formando el Éibar Football Club allá por 1940. Poco después la entidad adopta el nombre de SD Éibar que ha perdurado hasta la actualidad.
LA PRIMERA CAMISETA DE LA SD ÉIBAR
En un principio, el uniforme que utilizó el club para disputar sus partidos fue camiseta rojiblanca y pantalón negro, inspirado en el Athletic Club de Bilbao. De hecho, allá por 1911 un jugador del club bilbaíno nacido en Éibar, Pedro Mandiola, fue el primero en fomentar el fútbol en su ciudad de nacimiento.
Como decimos, los inicios no fueron nada sencillos y la SD Éibar, que convivía con otro equipo en la ciudad, el Educación y Descanso Éibar, no acababa de despegar y ambos equipos se encontraban compitiendo en categorías menores.
LA CAMISETA AZULGRANA
Fue entonces cuando la Federación Guipuzcoana trata de dar un empujón al club suministrándole de equipaciones y material deportivo en 1943. En este ocasión, estas camisetas eran de color azulgrana por lo que el club pasa a utilizar esos colores hasta la actualidad.
El club fue creciendo poco a poco desde ese momento. En 1947 se inaugura el estadio de Ipurúa, hecho que hace que crezca la masa social que apoya al equipo. Por fin en en la temporada 49-50 se proclama campeón de Preferente y logra colarse en Tercera División. Pronto se convierte en uno de los gallitos de esta categoría hasta lograr el ascenso a Segunda en la temporada 1952-1953.
Desde entonces, la historia de la SD Éibar ha estado llena de altibajos pero siempre se ha caracterizado por ser un club luchador y humilde. En los años 90 se convirtió en un clásico de Segunda División (llego a militar 18 temporadas consecutivas) y poco después consiguió meterse en Primera convirtiéndose en el equipo de todos los amantes del fútbol romántico, luciendo sus colores azulgranas con orgullo por los grandes estadios del fútbol español.