Última actualización agosto 12, 2023 por colgadosporelfutbol
El Aston Villa fue el sorprendente (y para muchos injusto) campeón de Europa en la temporada 1981-1982. En una época en la que la Copa de Europa estaba dominada por los clubes ingleses, el conjunto de Birmingham logró el el título más importante de toda su historia.
Como decimos, el Liverpool había dominado Europa unos años antes. El conjunto de Anfield fue campeón de la máxima competición continental en 1977, 1978 y 1981. Por su parte, el Nottingham Forest sorprendió a todos saliendo campeón dos años consecutivos (después de ascender de Segunda División) en 1979 y 1980. Es aquí donde el Aston Villa tomó el testigo para continuar con la hegemonía del fútbol inglés en la Copa de Europa.
Dirigidos por el técnico Ron Saunders, los villanos consiguieron un título con el que ni podían soñar. El entrenador sacó el máximo rendimiento a una plantilla carente de grandes estrellas. Eso sí, consiguió formar un equipo muy compacto con futbolistas que llevaban varios años jugando juntos. Además, la delantera integrada por Gary Shaw, Tony Morley y Peter Withe (autor del único gol en la final contra el Bayern de Munich) cumplió con creces.
Pether Withe, el héroe del Aston Villa campeón de Europa
Los ingleses eliminaron al Knattspyrnufélagið Valur de Islandia, al Dinamo de Berlín, al Dinamo de Kiev y al Anderlecht para alcanzar la final de Rotterdam contra el Bayern Munich. Como dijimos antes, un solitario gol de Tony Morley fue suficiente para derrotar al gigante alemán.
El triunfo fue celebrado por todo lo alto por parte de la afición del Villa, como no podía ser de otra forma. De hecho, los propios jugadores se propusieron que la gente se sintiera partícipe de este éxito por lo que decidieron visitar distintos lugares con el trofeo para que los fans pudieran tocarlo y fotografiarse con él. Es aquí donde nos encontramos con una anécdota muy curiosa.
Colin Wilson y Gordon Cowans, futbolistas de aquel Aston Villa campeón, acudieron a un pub situado en Tamworth, un pequeño pueblo al norte de Birmingham. Según explicó el propio Wilson en una entrevista para la BBC: «Gordon y yo habíamos tomado algunos tragos. Estábamos distraídos viendo una emocionante partida de dardos cuando alguien nos avisó a gritos: «La Copa no está, os la han robado». El mundo se nos vino encima».
Tenemos algo que seguramente estáis buscando»
Efectivamente, el trofeo había desaparecido y ambos futbolistas dieron parte a la policía rápidamente. Después de unas horas de angustia y a 160 kilómetros de distancia, los agentes de Sheffield recibieron la visita de un hombre que les indicó que tenía la Copa de Europa en el maletero de su coche. Como es lógico, no lo podían creer. Rápidamente, Mick Greenough, el oficial jefe, llamó a sus compañeros de Birmingham: «Tenemos algo que seguramente estáis buscando».
Lo más divertido de esta anécdota viene ahora. Mientras alguien se desplazaba desde la ciudad de Birmingham para recoger al codiciado trofeo, los agentes de policía de Sheffield tuvieron una brillante idea. Tenían en sus manos la posibilidad de jugar un partido entre ellos. En juego, ni más ni menos, el auténtico trofeo de la Copa de Europa. Dicho y hecho.
28 años después de aquel suceso, el secreto salió a la luz. Las fotografías de los agentes con la Copa son la prueba de ello. Lo más curioso es que el fotógrafo fue el autor del robo, un tal Adrian Reed, el aficionado que se llevó ‘la orejona’ del pub hasta su casa en Sheffield. Precisamente es el que aparece en una instantánea con la cara ‘borrosa’ para no ser identificado.