Última actualización septiembre 13, 2020 por Javier Argudo
Camiseta blanca y Atlético de Madrid son dos cosas que no pegan ni con cola. El equipo colchonero y su afición siempre han rivalizado con sus vecinos del Real Madrid, equipo blanco por antonomasia. Sin embargo, hubo un día en el que los rojiblancos salieron a jugar un partido con la zamarra del color del eterno rival. No fue un partido cualquiera, ni mucho menos.
El 24 de junio de 1956 se disputó, precisamente en el estadio del Real Madrid, la final de la Copa del Generalísimo entre los dos atléticos, el de Bilbao (por aquel entonces Atlético de Bilbao) y el de Madrid. Cuando vascos y madrileños se enfrentaban, uno de ellos se enfundaba su camiseta alternativa blanca y azul, al estilo Blackburn Rovers, que fue su primera indumentaria, mientras que el otro utilizaba la rojiblanca.
Sin embargo, en esta ocasión, los de San Mamés vistieron su clásica camiseta mientras que el Atlético de Madrid saltó al terreno de juego con camiseta blanca y pantalón de color azul. Desde luego, no fue un buen augurio de lo que iba a suceder poco después.
El Atlético de Bilbao era, a priori, favorito en aquella final. No en vano, los leones contaban con jugadores que ya habían sido campeones de Copa como mínimo una vez y, en algún caso, más de una. Además, los vascos era el vigente campeón de Liga. Todo lo contrario que el Atlético de Madrid, con futbolistas de gran calidad pero un sólo campeón de Copa en sus filas.
El once que presentó el conjunto de Bilbao estaba formado por 11 futbolistas vizcaínos: Carmelo; Orúe, Garay, Canito; Mauri, Maguregui; Arteche, Marcaida, Arieta, Uribe y Gaínza. Los madrileños formaron con: Pazos; Martín, Heriberto Herrera, Verde; Cobo, Hernández; Miguel, Molina, Peiró, Agustín y Collar.
Hasta Madrid se desplazaron en masa unos 20.000 aficionados vascos que llenaron de colorido la ciudad y las gradas del que años después sería bautizado como Santiago Bernabéu. Aunque Molina adelantó al Atlético de Madrid, Arteche y Maguregui le dieron la vuelta al marcador para dar la 19º Copa al equipo de Bilbao. Los leones dominaban ampliamente el palmarés copero por aquel entonces.
Aquella tarde, con camiseta blanca, el Atlético de Madrid cayó derrotado. Lógicamente, nunca volvió a utilizarla. Habría que esperar hasta 1960 para ver a los rojiblancos (esta vez sí) ganar su primera Copa. Fue, precisamente, contra el Real Madrid y también en el Santiago Bernabéu. Una buena forma de olvidar aquel mal trago de 1956.