Última actualización enero 16, 2022 por colgadosporelfutbol
Aquella Recopa de Europa de la temporada 1996-97 fue especial para el Barça. Nos situamos en el verano de 1996, año en el que el FC Barcelona afrontaba una nueva etapa de su historia. La marcha de Johan Cruyff dejó al club en una situación delicada, por lo que el presidente de aquel momento, José Luis Núñez, decidió renovar completamente la plantilla y hacer un lavado de cara al vestuario.
El Barça de Robson, Ronaldo, Guardiola y un joven José Mourinho
Los azulgranas dieron de baja hasta a 16 futbolistas y se reforzaron con 9 fichajes de calado. Entre ellos Luis Enrique, que llegaba después de 6 años como madridista y rebotado de el peor Real Madrid de la historia, y Ronaldo Nazario, el cual se convertía en el fichaje más caro de la historia del club después de un traspaso de 2.500 millones de pesetas. Además de esos nombres propios, también destacó ese verano el regreso Hristo Stoichkov y llegaron internacionales como Vitor Baía, Fernando Couto, Laurent Blanc, Giovanni y Amunike. Aunque este último llegó en el mercado de invierno. En esta plantilla también habían jugadores como Pep Guardiola, Iván de la Peña y Luis Figo entre otros.
Como director de batuta de aquel elenco de estrellas se apostó por el veterano inglés Bobby Robson (1933-2009). Un técnico anglosajón que llegaba a España tras una exitosa etapa en la liga portuguesa, en la cual conocería a un joven José Mourinho, un excelente compañero de viaje que sirvió como mano derecha de Robson en las labores de interceptación en ruedas de prensa y que terminó convirtiéndose en una pieza básica para comunicarse con los jugadores.
“El Fenómeno” de la Recopa de Europa de la temporada 1996-97
Guardiola y Figo eran dos de los líderes de aquel Barça que debía luchar por todos los títulos y que esa temporada participaba en la ya extinta Recopa de Europa. Los catalanes debutaron en la competición ante el modesto equipo chipriota AEK Larnaca y Ronaldo comenzó a marcar diferencias anotando los dos goles del partido.
El Estrella Roja fue su siguiente rival en octavos de final y sin Ronaldo los azulgranas tuvieron que sobreponerse a un afortunado gol yugoslavo. Sin embargo, pasada la media hora, Giovanni le dio la vuelta al marcador anotando dos goles. Luego Figo anotó el 3-1 en el inicio de la segunda parte y la esperanza de los serbios para la vuelta cada vez estaba menos latente. Unos presagios que se cumplieron cuando los tres pitidos finales dejaban el marcador a 1-1.
El Barça se había clasificado y el AIK Solna se convertiría en el siguiente campo de batalla para los azulgranas, que volverían a tener que remontar en el Camp Nou. Durante el primer minuto del encuentro, los suecos se adelantaron tras un flagrante error de Busquets, aunque no les duraría la alegría ya que poco después Popescu marcaría el tanto del empate.
El año de Ronaldo
Los goles continuaron y Ronaldo fue el encargado de marcar el 2-1 con un espectacular remate de cabeza. Sin duda, el brasileño estaba sembrado y fue decisivo en una asistencia a Pizzi que sentenciaría el partido con un resultado de 3 a 1. Al igual que en la vuelta, donde otro gol de Ronaldo supondría el pase para los culés.
Los de Robson llegaban a semis para medirse con la Fiorentina de Batistuta. Partido en el que el argentino comenzó el duelo del Camp Nou viendo una tarjeta amarilla que le impediría jugar el encuentro de vuelta. El ariete estuvo cerca de adelantar a los toscanos, pero el Barça acabaría marcando con un testarazo de Miguel Ángel Nadal al filo del descanso. El equipo italiano tuvo que esperar hasta el segundo acto para reaccionar. Y lo hizo muy bien, ya que Batistuta acabó poniendo las tablas en el marcador con un derechazo imparable. El Barcelona debía ir en busca del gol de la victoria, pero las intervenciones de Toldo y el desacierto culé dejaron todo por decidir en Italia.
La afición toscana abarrotó las gradas, pero la baja de Batistuta acabó condicionado el juego de los de Ranieri. Una falta que le permitió al Barça dominar la primera parte y sacar a relucir al “Fenómeno”. Ronaldo estaba desatado y comenzó marcando un gol legal que fue mal anulado por fuera de juego. Pasada la media hora, Fernando Couto adelantó a los azulgranas en el luminoso con un perfecto cabezazo, que Vítor Baía acabaría defendiendo con dos paradones espectaculares. Con el marcador a favor, Ronaldo gozaba de espacio y una falta provocada por el brasileño acabó en el segundo gol culé.
Guardiola anotó el tanto de la sentencia con un preciso libre directo y la expulsión de Oliveira en la segunda parte terminó por decidir la eliminatoria. Algo que parecía no sentar del todo bien a los hinchas italianos que terminaron por arrojar numerosos objetos desde la grada. El colegiado marcaba el final y una vez más el Barça pasaba invicto a la siguiente fase, que esta vez sería la final de Rotterdam. Su rival sería el Paris Saint-Germain, que era el vigente campeón de la Recopa.
El gol de Ronaldo que se llevó la última Recopa del FC. Barcelona
Llegó el día, y como si la superstición lo fuese todo, los culés defendieron el verde esperanza en un partido decisivo. Unas camisetas color manzana que junto al alto ritmo del partido engrandecieron el espectáculo. Cournier fue amonestado nada más comenzar el partido y Figo estuvo cerca de marcar con un disparo cruzado.
Leonardo inquietaba la defensa catalana y el árbitro anulaba un polémico gol a Couto por una presunta falta de Popescu. A la media hora de juego Iván de la Peña consiguió conectar con Ronaldo y el delantero brasileño acabó siendo derribado dentro del área. El 9 no perdonó esta oportunidad y marcó de penalti el primer tanto, permitiendo al Barcelona irse con ventaja a los vestuarios. Los defensores del título salieron a por el empate en la segunda mitad y Baía tuvo que intervenir a un duro disparo de Benoît Cauet. El partido comenzaba a romperse y Figo estuvo cerca de sentenciar el encuentro con un disparo al travesaño, pero la suerte no estaba por ver portería.
Los galos se fueron quedando sin tiempo y sin energía, algo que el Barça aprovecharía para manejar su ventaja y mantener la victoria hasta el silvatazo final. Markus Merk pitaba así en el minuto 90 el final de un encuentro que confirmaba el triunfo azulgrana y que daba al gol de Ronaldo la satisfacción de levantar la cuarta Recopa de la historia culé ante el mítico PSG de los años 90. La cuarta y la última ganada por el FC Barcelona pues en 1999 se jugaría la última edición.