Última actualización agosto 16, 2023 por colgadosporelfutbol
El Estudiantes de la Plata formó un plantel de lo más aguerrido a finales de los años 60. Con Osvaldo Zubeldía como técnico, el equipo rojiblanco planteaba los partidos como auténticas batallas. El único objetivo era la victoria, no importaba de qué forma alcanzarlo. Es por ello que aquel grupo de futbolistas formaron parte del que, para muchos, es el equipo más tramposo de la historia.
El Estudiantes de Zubeldia en la Copa Intercontinental de 1968
Uno de los logros más importantes de aquel Estudiantes de la Plata fue la Copa Intercontinental del año 1968. En la ida, disputada en Argentina, los de Zubeldía habían logrado una victoria por la mínima (1-0). En la vuelta, disputada en Old Trafford, aguardaba un Manchester United genial dispuesto a lograr la remontada. En aquella época los Red Devils contaban en sus filas con futbolistas como Bobby Charlton, George Best o Denis Law. Casi nada.
Cuenta la leyenda que Alberto Poletti, arquero de Estudiantes, saltó al terreno de juego una hora antes del inicio del encuentro, aceptó firmar algún autógrafo a los aficionados que ocupaban las primeras filas y antes de devolvérselos los rompió en pedazos y lanzó los trozos a la cara de estos. No hace falta decir que los futbolistas del conjunto visitante no estaban nada intimidados por el ambiente.
Estudiantes logró un empate a uno que le sirvió para lograr el título contra todo pronóstico contra un rival superior técnicamente. Poletti; Malbernat, Aguirre Suárez, Madero, Medina; Bilardo, Pachamé, Togneri; Ribaudo, Conigliaro y Verón formaron el 11 inicial tanto en la ida como en la vuelta.
Existen infinidad de leyendas que rodeaban a aquel equipo y que le hicieron ser conocido como el más tramposo de la historia. Parece ser (y muchas imágenes de aquella época parecen corroborarlo) que los jugadores de Estudiantes escondían alfileres en sus medias. Estos alfileres eran utilizados en los córners y jugadas a balón parado para pinchar a sus rivales. De locos.
La definición con la moneda al aire
Otra anécdota que demuestra que a aquel Estudiantes de La Plata únicamente le importaba ganar fuera como fuera la encontramos en un torneo amistoso celebrado en España. En el verano de 1967 los argentinos acudieron como flamantes campeones de Argentina a jugar el Trofeo Luis Otero, organizado por el Pontevedra CF. El Valencia CF completaba el cartel.
El partido que enfrentaba a los gallegos y al Estudiantes de La Plata (y que debía decidir el campeón) finalizó con empate. Se tuvo que recurrir a la prórroga que también finalizó sin goles por lo que hubo que acudir al punto de penaltis para tratar de resolver el asunto. Después de que ambos equipos lanzaran sus 5 lanzamientos, el resultado seguía empatado ya que los dos acertaron a marcar 3 goles desde el punto fatídico.
Por aquel entonces no existía la muerte súbita por lo que el ganador tuvo que decidirse con el lanzamiento de una moneda al aire. Es aquí cuando los argentinos demostraron ser más listos (o tramposos) que el rival. Carlos Bilardo avisó al Cacho Malbernat, capitán del equipo: «Cacho, salga lo que salga, nada más caiga la moneda al piso nos abrazamos y comenzamos a festejar». Dicho y hecho.
https://www.youtube.com/watch?v=jR6vLrohxxI
De esta forma, sin saber muy bien si la moneda salió cara o cruz, los jugadores del Estudiantes de Zubeldia comenzaron a celebrar la victoria y recogieron el trofeo ante la incredulidad de los presentes. Una muestra más de la picaresca y la marrullería de aquel histórico equipo.